Guadalajara, Jalisco.– Bajo el resplandor de cientos de luces y el fervor por la Virgen de Zapopan, la Plaza de Toros Nuevo Progreso vivió una noche de emociones intensas y contrastes taurinos. La tradicional Corrida de las Luces reunió a tres jóvenes exponentes del toreo actual —Diego San Román, Isaac Fonseca y el español Marco Pérez— frente a toros de la casa Boquilla del Carmen, divisa rosa y negro de don Manuel Sescosse.
Abrió plaza Diego San Román con Joyerito, número 82, de 485 kilos. El queretano mostró temple y determinación ante un toro con complicaciones por el pitón izquierdo, al que logró someter con firmeza y oficio. Su entrega fue reconocida por los tendidos, que respondieron con calidez tras un pinchazo y una estocada efectiva. Salida al tercio para el de Querétaro, que dejó su sello de valor.
El turno siguiente fue para Isaac Fonseca, con Guantero, número 50, de 478 kilos. El de Morelia enfrentó un toro castigado en varas y de escaso recorrido. Pese a su empeño, la faena no encontró cauce y la espada no acompañó, dejando una división de opiniones entre el público tapatío, siempre exigente y sensible a la verdad del ruedo.
El español Marco Pérez, con apenas 18 años, toreó en tercer lugar a Vencedor, número 102, de 475 kilos. Su toreo despuntó desde el capote, conectando de inmediato con el tendido. Ya con la muleta, supo darle distancia y tiempos al astado, logrando muletazos templados y de trazo largo que emocionaron al público. Sonó la Diana y el joven salmantino mostró una madurez impropia de su edad. Sin embargo, la espada volvió a ser su obstáculo. Saludó desde el tercio entre ovaciones.
En su segundo turno, San Román lidió a Pardito, número 62, de 498 kilos. El queretano hiló una faena firme y de gran conexión con los tendidos, construida con inteligencia, ritmo y valor. Toreó con hondura por la derecha y se metió al público en el bolsillo. Culminó con una estocada certera que hizo estallar la ovación en toda la plaza. Dos orejas y un reconocimiento unánime de la afición, que volvió a rendirse ante su figura.
El quinto, Escritor, número 46, con 485 kilos, correspondió a Isaac Fonseca. El toro, protestado de salida y sin transmisión, marcó una faena cuesta arriba bajo la lluvia. Fonseca, sin opciones, abrevió entre el descontento de los tendidos. Falló con el acero y escuchó silencio.
Cerró el festejo Marco Pérez con Cortesano, número 80, de 487 kilos. El joven español quiso redondear su actuación con entrega y clase, pero nuevamente la espada malogró su esfuerzo. Su disposición, no obstante, fue reconocida por la afición tapatía, que le tributó una cálida ovación.
La noche cerró con luces encendidas y fe renovada. Entre lluvia, música y olés, Guadalajara volvió a demostrar que su Corrida de las Luces no es solo un festejo taurino, sino una celebración viva de su identidad: un ritual de arte, devoción y bravura bajo el amparo de la Generala.
Ficha del festejo:
Diego San Román: Salida al tercio y dos orejas.
Isaac Fonseca: División de opiniones y silencio.
Marco Pérez: Salida al tercio y ovación.
Ganadería: Boquilla del Carmen (correcta de presencia, desigual en comportamiento).