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Miel y hiel en La México

La noche de este martes se llevó a cabo la corrida que el pasado domingo se suspendió en la Plaza de Toros La México por una lluvia atemporal donde la única oreja otorgada fue para el joven rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza tras la lidia del segundo toro de su lote.

 

Los astados de la Ganadería La Estancia fueron desiguales en presentación, pero además, faltos de juego y con debilidad, salvo el cuarto que tuvo transmisión y clase. Fue devuelto a corrales el segundo por inválido y el cierra poaza tras sonarle los tres avisos al michoacano Isaac Fonseca.

 

Si bien la materia prima faltó, Guillermo Hermoso aprovechó su segundo burel sorteando por terrenos comprometidos para realizar una faena arriesgada de la mano de su experimentada cuadra con lucidos momentos y un rejón de muerte que protestó el respetable por su ejecución. Con el primero mo tuvo opciones, fue un toro deslucido que, vale la pena mencionar, al capote embestía. Bajo una esforzada labor pudo resolver para finalizar su faena con dos pinchazos y un rejón trasero y contrario, escuchó palmas.

 

 

 

Para los.toreros de a pie no fue sencillo. Diego San Román se estrelló con un segundo que fue devuelto pues tras entrar al caballo, claramente quedó inválido para su lidia y siendo sustituido por el primer reserva que tuvo genio y embestía violentamemte, salía en la muleta con la cara suelta y busca do el cuerpo y no la capa. Tras una estocada perpendicular y trasera se fue en silencio.

 

Con el quinto escuchó dos avisos, el astado inició con transmisión y terminó rajado a tablas, justo por ello, San Román recibió una fuerte embestida sin consecuencias graves pues la convicción era el triunfo pero, escuchó dos avisos, el primero aún en faena y pasándose del tiempo reglamentario y el segundo por fallos con la espada. Saludó al tercio.

 

Para Isaac Fonseca todo fue cuesta arriba, en esta ocasión la exigencia por una afición que le ha arropado desde novillero esta vez le exigió la.espera y es que, a pesar de estar templado con el tercero de la noche y ser apaleado en tres ocasiones, los recursos y la técnica no fueron suficientes para redondear su primera faena, escuchó un aviso y saludó al tercio.

 

El cierra plaza fue recibido a porta gayola pero todo vino a menos y tuvo poco calado en los tendidos la faena que duró más de lo necesario, el toro no permitió errores. La eterna falla tanto con el estoque como con un descabello sin fuerza e innecesarias repeticiones ñe valieron escuchar los tres avisos y el astado apabullado fue regresado a corrales, mientras que Isaac se retiró entre pitos.

 

Vale la pena reconocer la gran labor de los subalternos que han estado a la altura y colocamdo los palitroques de cara y arriesgando el cuerpo, lo más destacado de una noche que no pudo irse a más.

 

 

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